El Programa Apoyo a Víctimas lidera la Red de Asistencia a Víctimas (RAV), desde su creación en el año 2007, cuyo objetivo es contribuir a generar las condiciones que garanticen el ejercicio pleno de derechos de las víctimas de delito, mediante la intervención coordinada de las instituciones.

Este convenio de colaboración intersectorial se materializa en una mesa nacional de trabajo, integrada por representantes de todas las instituciones, y a su vez, se constituyen en mesas técnicas regionales de asistencia a víctimas, existiendo una en cada región del país.

El modelo de coordinación intersectorial que define a la RAV, está referido a la celebración de acuerdos entre dos o más instituciones que tienen en común una materia específica que las vincule, entre ellas el Circuito de Femicidio y Protocolo Intersectorial de Trata de Personas.